Historia del Museo de los Misioneros Vicentinos de Colombia 

El museo eclesiástico es un lugar que educa en el sentido de la historia, en la belleza y en lo sagrado mediante el patrimonio cultural realizado por la comunidad cristiana. Los museos, como lugares de valorización del patrimonio histórico-artístico, aúnan el valor de la memoria con el del ingenio humano. Por eso, un museo no es un depósito de cosas antiguas, sino un espacio vital para encontrarse con personas, acontecimientos y objetos que tienen mucho que enseñarnos.

En 1942 entre los padres y estudiantes de la Escuela Apostólica surgió la idea de organizar un museo. En los años sucesivos se fueron recolectando objetos que llegaron de algunos lugares donde trabajaban los misioneros vicentinos (Arauca, Bogotá, Cali, Popayán, Tierradentro, Nátaga, Boyacá).

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Con el paso del tiempo vino el deterioro, incluso la pérdida de algunas piezas. Por ejemplo, el terremoto del eje cafetero de 1999 hizo menguar mucho lo que había.

En 2004 cuando se dialogó con los arquitectos encargados de la restauración de la Apostólica y se convino destinar una parte de la casa para reorganizar el museo. De nuevo se motivó a los vicentinos para que hicieran donación de objetos 

En 2009 se hizo una organización de piezas en homogéneas vitrinas y así se mantuvo hasta el año 2019 cuando se dispuso temáticamente en tres salas, con mobiliario adaptado a los objetos.

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Por: Padre Carlos Albeiro Velásquez Bravo